El precio de la tranquilidad:

17.04.2015 17:00

El precio de la tranquilidad:

El llegar a la jubilación como meta, es durante ese recorrido estresante, y agobiador, un vivir pleno de añoranzas de proyectos y satisfacciones de alegrías, de ratos  inquietantes por el devenir del mañana, la fuerza provocada diaria para el hacer lo cotidiano y que no se convierta en rutina, la mezcla de la labor con la familia todo armonizado para que funcione como una máquina bien engrasada, como un equipo donde los cambios de jugadores no da  a lugar, no sentir ni prever que por ninguna de las causas que fueren, no se perderá el partido, ya no pensarlo  siquiera, ni tenerlo  en mente, el proyecto que nació a muy temprana edad y se fue consolidando gracias  a la que años mas tarde sería la parte fundamental del proyecto y la que permanecería hasta que  el partido se quedó en el descanso.

Una piña que poco a poco va madurando y en el frutero de la vida nadie la parte, solamente se toca para coger otras frutas y la piña ajada por el paso del tiempo nadie quiere comerla al revés protegerla para que dure sin darle golpes, se sabe que está ahí y esa institución se ha entendido o por lo menos respetado, con mas o menos dignidad pero respetado.

El camino tan largo que se hace eterno cuando eres joven y efímero cuando lo ves desde la jubilación, parece que mañana tienes que poner el despertador a las 5.30 de la mañana para acudir a ningún sitio, solo te despierta el sonido de la cisterna  a esa hora miras la hora e intentas conciliar el sueño, lo único que te ayuda a ha hacer ese esfuerzo de salir de la cama es el aroma del café, sentarte en el balcón tomar una bocanada de aire con un sorbo de café y esperar a que amanezca entre geranios y potos.

¿Porqué pasa que después de tanto tiempo, la mente te proporciona todos los días una película de lo que hiciste toda tu vida?

Recuerdo de niño esta frase de mi madre, y no lo entendía, ella me preguntaba cosas en aquella época que un niño de corta edad, no puede responder, hoy doy respuesta a esa pregunta tan simplista y sencilla como la propia vida, no es la película que pasa narrando todo lo vivido ¡No!! Son fotogramas, los que afloran noche tras noche sin cansancio y todos aleatorios ninguno es igual a otro, esto sucede porque una  película cuando la vez dos  o mas veces le encuentras mas secuencias distintas, esto pasa en los sueños  y en el tiempo que la mente esta relajada, tras la noche y al alba empiezan esa cantidad de visiones a apoderarse de tu ánimo.

 

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